Venezuela vive una tragedia humanitaria. Sin acceso a los medicamentos, la situación de los pacientes que viven con VIH / SIDA en el país se asemeja al inicio de la epidemia en la década del 80: cuerpos magros, pieles manchadas y miradas perdidas en el vacío. Se ha producido un reciente empeoramiento en la crisis venezolana, hecho que ha sido denunciado internacionalmente: desabastecimiento de medicamentos en general, falta de antirretrovirales y escasez de material básico como guantes, agujas, antibióticos y hasta analgésicos. El gobierno venezolano también suspendió la distribución de condones y el precio en las farmacias llega entre el 20% y el 30% del salario mínimo.
En el mayor centro de tratamiento del VIH del país, casi todos los pacientes están en la misma situación: contrajeron infecciones oportunistas, situación descrita por los médicos como similar, o incluso peor, que a la vivida hace tres décadas. Las manchas negras en formatos circulares se apoderan de los brazos y piernas finas de Alejandro Ortega, de 21 años. Cubren sus manos, sus pies, su cara, como si fueran pequeñas cicatrices de heridas mal curadas. “No se preocupe, no son contagiosas”, dice, al extender la mano.
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